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  • Foto del escritorCullen Heater

Turismo de aventura en Guatapé, Colombia

Domus Glamping: la aventura comienza...

Al amanecer, el sol alumbra el domo geodésico. Una luz blanca y cálida me envuelve. "¿Dónde estoy, en paraíso?" Pienso para mi mismo, medio dormido. "No," la otra mitad contesta, "estás en Colombia, y tienes un día lleno en frente de ti."


A las 7:30 AM, estamos en el agua. El Embalse del Peñol, un lago artificial a una hora afuera de Medellín, fue inundado en dos etapas en los años 70 y ahora provee 4% de la electricidad en Colombia (la energía hidroeléctrica produce 70% de la luz en Colombia.)


El pueblo original de Viejo Peñol queda en el fondo del lago. Una cruz de metal surge del agua encima de la ubicación de la iglesia hundida. La comunidad fue trasladada a su ubicación actual–Nuevo Peñol–en las colinas encima del embalse. La Piedra del Peñol–conocida también como El Peñol, El Peñon, o sencillamente La Piedra–es un monolito granítico con 65 millones de años que domina el paisaje, surgiendo del suelo a una altura de 200 metros. Cerquita de aquí queda Domus Glamping.

Las peninsulas se proyectan en el lago como dedos, creando pasillos tortuosos en el agua. El muelle en Domus está abastecido con todo que se necesita para una aventura acuática–kayaks, paddleboards, jet ski, y un barco de pesca. Mi kayak se desliza suavemente sobre la superficie del agua. A mi lado, Vicmar balancea en su paddleboard y estira su mano, tocando un árbol de eucalipto, partiendo una rama para suerte. . Una garza roza el agua fría con sus alas.


"¿Regresamos?" Pregunto mientras un jet ski nos pasa a toda velocidad hacia el agua abierta.

"Tenemos mucho para hacer hoy," responde Vicmar, "y el desayuno debe estar listo."

"Bueno, entonces regresamos y hacemos un plan para hoy. ¿Hacemos una carrera al muelle?"

"Sabes que te voy a a ganar," dice ella y empieza a remar.

Consejos breves para turismo en Guatapé:

  • Hay muchas actividades en GTP, entonces planifica con anticipación para asegurar que tengas tiempo suficiente para todo.

  • Recomiendo Domus Glamping para una aventura romántica.

  • Es muy fácil moverte en GTP usando los motochivas, y saben exactamente dónde queda todo. Asegúrate de que tengas efectivo para pagarles (aproximadamente COP $15,000 por recorrido.)

  • La tasa de cambio de moneda en el aeropuerto no es la más favorable ($3,500 pesos Colombianos a $1 USD.) Cambia suficiente USD para durar el primer día, y después pregunta al hotel por alguien que te pueda dar una oferta mejor para tu moneda.

  • Cosas que tienes que hacer:

    • ✅ Subir la Piedra del Peñol.

    • ✅ Kayak en el embalse.

    • ✅ Explorar el pueblo de Guatapé.

    • ✅ Manejar un todoterreno (ATV tour.)

    • ✅ Volar en parapente.

    • ✅ Recibir un masaje en Domus.

  • Cosas que nosotros haremos en el próximo viaje:

    • Tour en helicóptero.

    • Tour guiado de cuevas.

    • Tour de café o de cacao.

    • Caminata por las cascadas.

    • Escalar en roca.

    • Más tiempo para relajarnos en Domus Glamping.

Llegamos a nuestro domo para encontrar el desayuno listo y esperándonos: huevos benedictos con aguacate, frutas frescas, jugo de naranja, y café. El servicio al cliente en Domus es incréible, y sigue superando nuestras expectativas. Desayuna en nuestra terraza privada con una vista al lago es una experiencia inolvidable. Vicmar pone trozos de papaya en la baranda como ofrenda a las aves.


Después de una ducha cálida y lujosa en el baño debajo de la terraza, empezamos a planificar para las actividades del día. Mientras empacamos nuestras mochilas, un visitante inesperado aterriza en la baranda buscando fruta. Un Motmot, la ave favorita de Vicmar, nos saluda, toma un mordisco de papaya, y se retira a un árbol cercano. Un signo positivo para nuestra próxima aventura.


A despegar: haciendo parapentes por las cascadas en Cocorná

Cuando llegamos a Parapente Cocorná después de un viaje de dos horas por las montañas, parece que nuestro suerte se va a acabar. La vista desde el mirador es un muro blanco de neblina. Nuestro guía, Jhon de Ecoventure Tour Agency, nos urge a tener paciencia y esperar para que el viento despeje las nubes. A veces, hay que esperar hasta 2 o 3 horas para que las condiciones mejoren. Empezamos a sentirnos cada vez más nerviosos acerca de si vamos a poder volar o no.


Históricamente, las estaciones en la provincia de Antioquia han seguido un patrón predecible, alternando cada 3 meses entre estaciones de lluvia y de verano. Se supone que julio es la mitad de la segunda estación seca. Sin embargo, nos dijeron los parapentistas, el cambio climático ha estado borrando los límites de estas estaciones que alguna vez fueron confiables, lo que lleva a un clima impredecible. Como parapentistas con cientos de horas de experiencia de vuelo, es su trabajo observar los cielos y notar cualquier cambio. Y lo que notan los preocupa por el futuro, especialmente por lo rápido que han cambiado las estaciones durante la última década.

Vicmar y yo nos miramos nerviosos. Empezamos a tener hambre y cansancio. Pero Jhon nos advierte que no comamos antes de volar en parapente, lo cual es un consejo muy sólido. Un grupo de turistas de Nueva York que vino recientemente cometió el error de comer la famosa (y pesada) Bandeja Paisa mientras esperaba su vuelo. El parapente no es una buena actividad para aquellos con estómagos débiles o llenos. Así que esperamos pacientemente, bebiendo un chocolate caliente y escuchando mientras Jhon nos cuenta una historia larga sobre la vez que él y un amigo se perdieron mientras caminaban por la selva del Darién a lo largo de la frontera entre Colombia y Panamá. La moraleja de la historia es ser paciente y nunca perder la esperanza, pero creo que el propósito de la historia es simplemente matar el tiempo hasta que las nubes se despejen.

Observa los pájaros", dice Jhon, señalando un buitre que extiende sus alas en el techo cercano. "Te avisarán cuando sea el momento de volar". Las cosas comienzan a cambiar, lentamente al principio. El viento sopla las volutas de las nubes montaña arriba, y el sol comienza a asomar entre las nubes en pequeños parches. En la terraza debajo del restaurante, una colmena de abejas cobra vida, zumbando dentro y fuera de su hogar, alzando el vuelo para encontrar néctar. El buitre se une a más, tomando el sol y probando el aire. El equipo de parapente los observa de cerca. Saben lo que dice el radar meteorológico, tienen la información meteorológica más actualizada disponible. Pero la prueba final está en los pájaros. Los buitres comienzan a realizar vuelos de prueba cortos, alrededor del restaurante y de regreso. No hay suficiente sustentación, las corrientes de aire que suben por la ladera de la montaña aún no son lo suficientemente cálidas.

Finalmente, después de 2 horas de espera, el sol irrumpe entre las nubes, calentando el suelo y todas las señales apuntan a volar. Las nubes se despejan, revelando el paisaje y las cascadas que caen por la montaña. Los parapentes se ponen manos a la obra y colocan el paracaídas sobre una lona sobre la hierba aún húmeda. Puedo sentir la adrenalina corriendo a través de mí cuando me doy cuenta de la realidad de la situación. Por primera vez en mi vida, estoy a punto de volar. "¿Listo para ir?" dice mi piloto, Santiago, mientras me amarra a mi arnés. ¿Cómo puedo estar listo? No tengo idea de que esperar. Mis palmas están empezando a sudar, y mi estómago ya está dando vueltas. "¡Hell yeah!" Respondo. "Estoy listo para cualquier cosa."

Pero primero, es el turno de Vicmar. Después de unos pocos pasos, el paracaídas se levanta del suelo y la empuja hacia atrás. El piloto la insta a correr hacia el borde del acantilado, y ella despega, volando con gracia sobre los árboles y hacia las cascadas. Mi experiencia es un poco diferente, y no tan elegante. Nos dirigimos hacia el pueblo de Cocorná y quedamos atrapados en una térmica ascendente, dando vueltas con los buitres y disfrutando de unas vistas espectaculares del valle de Cocorná.


Mira cómo es volar en el siguiente video:

Aún más adrenalina que volar: recorrido en cuatrimoto por Guatapé


Hemos tenido un día completo, pero de alguna manera todavía hay tiempo para una aventura más. Hay tanto que hacer en Guatapé que nuestro mayor pesar es no quedarnos más tiempo. Regresamos de nuestro viaje en parapente agotados, un poco mareados y cerca de tirar la toalla. Pero, cavamos profundo y encontramos la fuerza para terminar lo que empezamos. Comenzamos nuestro día en el agua, pasamos la tarde volando por el aire y ahora estamos listos para enfrentarnos a la montaña. La adrenalina de conducir el ATV se siente aún más intensa que la del parapente, y creo que he encontrado mi nuevo juguete favorito. El motor ruge mientras rebotamos por el sendero polvoriento, escalando la montaña y hacia las nubes. Echa un vistazo a nuestro recorrido en vehículos todo terreno en el siguiente video:

Regresando al campamento base:


Regresamos a Domus después del anochecer. Hace frío por la noche, pero afortunadamente están preparando la fogata cuando llegamos. Después de una copa de vino en la terraza, nos dirigimos a la fogata ahora ardiente para asar malvaviscos bajo las estrellas. "Ojalá pudiéramos hacer esto todas las noches", dice Vicmar. "¡Yo también, pero la aventura de mañana será aún más emocionante!" La Piedra del Peñol nos espera mañana, 708 escalones hacia las vistas más hermosas de Colombia. Después de eso, pasaremos el día explorando Guatapé antes de dirigirnos a nuestro próximo destino. Comeremos comida increíble, tomaremos un café increíble y conoceremos mi nueva ciudad favorita, Medellín.

Después de tanta aventura, es importante hacer tiempo para la relajación. Domus ofrece un masaje en pareja de 60 minutos en su propia terraza privada por alrededor de USD $ 100, y no hay forma de que podamos resistirnos. Así que programamos el nuestro para la mañana siguiente, justo antes de la salida. Los masajistas llegan y acomodan eficientemente sus mesas en la cubierta. Con la brisa tranquila que sopla sobre el lago y el canto de los pájaros, me siento instantáneamente relajado. Casi demasiado relajado; Casi me quedo dormido en la camilla de masajes. Pero, de repente, siento que la lluvia comienza a caer sobre mi espalda. La masajista, tranquilamente pregunta si preferimos mudarnos a nuestra carpa. Honestamente, estoy demasiado relajado para preocuparme y perfectamente dispuesto a recibir un masaje bajo la lluvia. Pero nos movemos adentro para la segunda mitad del masaje. La lluvia comienza a caer con más fuerza ahora, y el sonido de las gotas cayendo sobre la carpa me devuelve a un estado de relajación total. Qué manera perfecta de terminar una aventura.


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